En memoria

El pasado 13 de octubre, a las once trenta horas, fallecía Emilio Porras Magaz.

Mi abuelo combatió 2 largos años contra el cancer. Ahora descansa en Ponjos, León. Allí le despedimos el domingo. Se ha ido.

Como tantos otros, deja su ser, sus recuerdos y su experiencia sus familiares y todos aquellos que le conocieron y amaron.

Mi familia me pidió unas palabras para su epitafio... "Las ramas desnudas son raices que buscan el cielo", les dije.
Mi abuelo había plantado unos árboles. Cada vez que llegaba a Ponjos se apresuraba a verlos. Le fascinaba la tierra y todo lo que crecía de ella, hacia arriba, ahondando en una tierra que acuna.

Nosotros y esos árboles somos lo que quedamos: Mi padre, mis tios y primos y yo.


Las palabras que finalmente lo recordarán son: Ahora mora donde habita su corazón.


Nosotros somos lo que queda de tí en el mundo.